Mateo 10,17-22 – serán odiados de todos por causa de mi nombre

Texto del evangelio Mt 10,17-22 – serán odiados de todos por causa de mi nombre

17. Guárdense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas;
18. y por mi causa serán llevados ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y ante los gentiles.
19. Más cuando los entreguen, no se preocupen de cómo o qué van a hablar. Lo que tengan que hablar se les comunicará en aquel momento.
20. Porque no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes.
21. «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.
22. Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

Reflexión: Mt 10,17-22

El cambio es radical; drástico. Hasta ayer hablábamos del nacimiento de nuestro Salvador, de la paz y el amor que nos traía y hoy hablamos de persecución, de división, de traición, de intriga y violencia. ¿Por qué? Por causa del nombre del Señor. Así de fuerte y peligroso resulta conocer al Señor y tomar partido por Él. Lo peor es que nadie puede permanecer indiferente ante Él; o se está con Él o se está contra Él. Su Nombre no admite cómodas posiciones intermedias, al extremo que hermanos, padres e hijos se delatan entre ellos; unos a otros se denuncian e incluso llegan a matarse, todo por causa del Bendito Nombre de Dios. Y es que Él es como la línea divisoria de aguas o el divortium acuarium. En el discurrir de la corriente, hay que tomar partido necesariamente. Es imposible quedarse detenido, estancado. La pendiente obliga a ir a la derecha o a la izquierda. O estamos con Cristo o estamos contra Él, porque no hay posiciones indiferentes. Ahora que, quien se va con Él, recibe acusaciones de todas partes, incluyendo de la propia familia. Tenemos que ser fuertes y perseverar en esta posición, porque solo así nos salvaremos. El asunto es grave y exige adoptar posiciones definidas, en forma inmediata. No hay tiempo que esperar, ni nada que planear. La respuesta ha de ser inmediata, fundada en la fe, confiando que en el momento oportuno, cuando llegue el caso el Espíritu Santo pondrá en nuestra mente y nuestra boca la respuesta apropiada. Nosotros solo debemos confiar. Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

Seguir leyendo Mateo 10,17-22 – serán odiados de todos por causa de mi nombre

(1482) vistas

Imágenes Relacionadas: