Texto del evangelio Mc 1,29-39 – Todos te buscan
29. Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
30. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella.
31. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
32. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados;
33. la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.
34. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
35. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración.
36. Simón y sus compañeros fueron en su busca;
37. al encontrarle, le dicen: « Todos te buscan.»
38. Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.»
39. Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
Reflexión: Mc 1,29-39
¡Qué revuelo tan grande causó Jesús! Tenía a todo el mundo alborotado. ¿Y cómo no? Si algo salta a la vista es Su infinita Misericordia. Todo el mundo lo andaba buscando y es que no encontramos ni una sola negativa, ni la más mínima condición para atender las súplicas de la gente que venía a buscarlo por las más diversas razones. Tal vez sea esta absoluta disponibilidad a servir a los demás lo primero que debamos observar para tenerlo como ejemplo. Nos preguntamos ¿qué haríamos con semejante capacidad? ¿No es algo que de uno u otro modo andamos pidiendo? ¿Qué hacen las personas que conocemos que tienen consultorios donde constantemente llegan los pacientes? En nuestro país esto es muy frecuente en las consultas médicas. ¿Qué hace la mayoría de ellos? Se llenan de dinero, porque son muy pocos los que deciden tener una tarifa diferenciada favoreciendo a los más pobres…En general cobran igual y ni dan factura, para no pagar impuestos. Conocemos varios que se embolsillan 400 a 500 dólares diarios, lo que hace unos 10 mil mensuales, que es una verdadera fortuna en nuestro país. ¿Y Jesús? Él no cobra nada. Pero hay algo más que lo distingue de nuestros profesionales: expulsa demonios, por lo que diríamos que es médico de cuerpos y almas. Cuando expulsa un demonio no lo deja hablar, porque lo reconocen. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué tiene que lo reconozcan? ¿A quién le importa? A Jesús. ¿Por qué? Podemos especular que el Señor no se puede negar a curar por misericordia; porque nos ama tanto. No puede negarse, pero lo haría de buena gana, si con ello pudiera evitar que los demonios lo reconozcan y lo pongan al descubierto. ¿Por qué no quiere que hablen de Él los demonios? Esta es una constante en todos los Evangelios. Jesús cura, sana, sin importar la dolencia, desafiando toda ley física, médica o espiritual. Es obvio que para Él no hay límites, sin embargo quién es Él es algo que debemos descubrir por nosotros mismos o como resultado de sus enseñanzas, no por testimonio de los demonios. « Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.»
Seguir leyendo Marcos 1,29-39 – Todos te buscan
(1106) vistas