Juan 2, 1-12 – Hagan lo que él les diga

Texto del evangelio (Jn 2, 1-12) – Hagan lo que él les diga

1. Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús.
2. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos.
3. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.»
4. Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.»
5. Dice su madre a los sirvientes: « Hagan lo que él les diga.»
6. Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
7. Les dice Jesús: «Llenen las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.
8. «Sáquenlo ahora, les dice, y llévenlo al maestresala.» Ellos lo llevaron.
9. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio
10. y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.»
11. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.
12. Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.

Reflexión: Jn 2, 1-12

Quienes conocemos más o menos a las mujeres –a quienes solo Dios conoce bien-, después de 40 años de matrimonio, vamos aprendiendo que ellas tienen un lenguaje muy sutil, que debemos esforzarnos por aprender y entender, si queremos llevarnos bien. No parece muy distinta la relación entre la Virgen María y Jesús. Hay en este episodio una serie de detalles humanos y al mismo tiempo divinos, que no pueden nada más que alegrarnos y llenarnos de esperanza, por tener a un Dios tan sensible, tan misericordioso y tan amoroso, incapaz de negarnos nada, aun cuando se trate tan solo de mantener el clima festivo propio de la boda de unos buenos amigos. La razón podría antojársenos frívola o accesoria, sin embargo, Jesús accede y obra lo que según los evangelios sería su primera manifestación gloriosa. No, aquí no hay ninguna curación; se trata más bien de una celebración, no de cualquiera, seguramente, porque estaban invitados María, Jesús y sus discípulos. Tenía que tratarse de alguien muy querido, pero lo que el Señor nos comunica a través de este gesto son una serie de ideas sobre las cuales trataremos de reflexionar con la ayuda de la luz del Espíritu Santo, a la cual hemos invocado…le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.» Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: « Hagan lo que él les diga.»

Seguir leyendo Juan 2, 1-12 – Hagan lo que él les diga

(603) vistas

Imágenes Relacionadas: