Padre Santo, danos perseverancia para mantenernos firmes en el Camino de la fe, aun en medio de las peores dificultades, confiando que no dejarás de atender nuestra petición si somos justos …Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.
Roguemos al Señor…
Te lo pedimos Señor.
tu petición ha sido escuchada
(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)
1. Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
2. Le siguió mucha gente, y los curó allí.
3. Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?»
4. El respondió: «¿No han leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra,
5. y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne?
6. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.»
7. Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?»
8. Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la dureza de su corazón, les permitió repudiar a sus mujeres; pero al principio no fue así.
9. Ahora bien, les digo que quien repudie a su mujer – no por fornicación – y se case con otra, comete adulterio.»
10. Dícenle sus discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse.»
11. Pero él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
12. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda.»
13. Entonces le fueron presentados unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían.
14. Mas Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.»
15. Y, después de imponerles las manos, se fue de allí.
16. En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?»
17. El le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»
18. «¿Cuáles?» – le dice él. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio,
19. honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
20. Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?»
21. Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»
22. Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
23. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos.
24. Se los repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.»
25. Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?»
26. Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible.»
27. Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?»
28. Jesús les dijo: «Yo les aseguro que ustedes que me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, se sentarán también ustedes en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
29. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna.
30. «Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.»
El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan
Texto del evangelio Lc 1,5-25
05. Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel; 06. los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor. 07. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad. 08. Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el turno de su grupo, 09. le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. 10. Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. 11. Se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12. Al verle Zacarías, se turbó, y el temor se apoderó de él. 13. El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan; 14. será para ti gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento, 15. porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, 16. y a muchos de los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios, 17. e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.» 18. Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad.» 19. El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena nueva. 20. Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.» 21. El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de su demora en el Santuario. 22. Cuando salió, no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario; les hablabla por señas, y permaneció mudo. 23. Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su servicio, se fue a su casa. 24. Días después, concibió su mujer Isabel; y se mantuvo oculta durante cinco meses 25. diciendo: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los días en que se dignó quitar mi oprobio entre los hombres.»
Reflexión: Lc 1,5-25
Lucas 1,5-25 tu petición ha sido escuchada
La lección que se nos viene inmediatamente a la cabeza es que los tiempos de Dios no son los mismos que los nuestros. Por lo tanto debemos seguir orando incansablemente por todo aquello que queremos.
No sabemos cuándo el Señor atenderá nuestras suplicas y de algún modo nos dará aquello por lo que le estuvimos pidiendo. A nosotros nos toca pedir, sabiendo que para Dios no hay imposibles. ¡No los hay!
Él tiene Sus propios planes. Y, si nosotros somos justos, Él sabrá cómo encajar nuestros pedidos con Sus Planes. Justo era Zacarías, como justo era José. Seamos justos y no dejemos de suplicar, poniendo nuestras vidas en Sus manos, donde estarán seguras.
El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan