“Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes.”
Viernes de la 21ra Semana de Tiempo Ordinario | 31 de Agosto del 2018 | Por Miguel Damiani
Nuevamente el Señor nos recuerda que debemos estar preparados, porque el Novio llegará en cualquier momento, cuando menos lo esperemos. Nosotros debemos estar listos, pues, como ocurre con una novia, este será el momento culminante y más esperado de la vida.
Este encuentro esponsal nos llevará a la plenitud, es decir a la completa realización personal o, si queremos, a la felicidad completa. Podríamos decir que toda nuestra vida tiene como objeto este fin. No hubo ni habrá nada que se le compare.
“…nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.”
Jueves de la 21ra Semana de T. Ordinario | 30 de Agosto del 2018 | Por Miguel Damiani
Es apasionante saber que el Señor nos ha dado a conocer todo lo que estaba oculto desde la creación del mundo a través de los Evangelios. Solo es preciso que estemos atentos a Su palabra. Él ha querido hacerlo así, desde el comienzo. No hay improvisación en los Planes de Dios.
¿Cómo no sentir confianza en el Señor, sabiendo que todo cuanto hace y dice obedece a un Plan trazado desde siempre? Esto quiere decir que ya nos tenía en mente a cada uno de nosotros y que es teniendo en cuenta esto que obra.
« Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.» El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales.
Miércoles de la 21ra Semana de T. Ordinario | 29 de Agosto del 2018 | Por Miguel Damiani
Denigrante, es la primera palabra que viene a mi mente. Luego, capricho, engreimiento, necedad, soberbia y desprecio por la vida de los humildes. Inmoralidad y proceder salvaje, al mejor estilo de una fiera despiadada y muerta de hambre.
Solo el hambre o alguna necesidad primaria llevada al extremo podría explicar este acto tan demencial y bárbaro. ¿Cómo poder imaginar que lo que se pide con tanta vehemencia sea la cabeza de un santo? Solo una endemoniada, sin corazón, ruin y perversa podría ser capaz de tan exigente pedido.
«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que purifican por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia! ¡ Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!
Martes de la 21ra Semana de T. Ordinario | 28 de Agosto del 2018 | Por Miguel Damiani
Pocas cosas le molestan más al Señor que la hipocresía. Aquél que se hace el desentendido, el que no se dio cuenta del daño que hacía, cuando es a todas luces evidente que sabía. Aquél que pretende lavarse las manos haciéndose el tonto.
Y es que el mentiroso, el cínico, tal vez engañe a algunos de nosotros por un tiempo, pero nunca jamás podrá engañar a Dios. Él ve todo, nuestras almas y corazones, como a la luz del medio día. No hay detalle que se le escape.
«Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.”
Lunes de la 21ra Semana del T. Ordinario | 27 de Agosto del 2018 | Por Miguel Damiani
Pocas cosas son más graves que el cinismo y la hipocresía. Lamentablemente la práctica de mentir se ha hecho tan común, que ya ni nos damos cuenta cuando estamos mintiendo. Lo hacemos con mucha frecuencia y por cualquier nimiedad.
El Señor detesta la mentira y el engaño. No puede ser de otro modo, puesto que Él mismo es la Verdad. En los tiempos de relativismo que estamos viviendo a muchos cuesta aceptar esta cualidad única y exclusiva de Cristo, como es la de ser la Verdad.
«El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y son vida. «Pero hay entre ustedes algunos que no creen.»
Domingo 21ro del T. Ordinario | 26 de Agosto del 2018 | Por Miguel Damiani
El Evangelio de hoy nos propone conceptos fundamentales sobre los cuales meditar. Son algunas palabras del Señor sobre las cuales debemos reflexionar profundamente, porque como todo lo que el Señor nos enseña, son Verdad y Vida.
Lo primero, el Espíritu es el que da la vida y, por lo tanto, sin Espíritu no hay vida. Pero ¿quién es el Espíritu entonces? Es aquel por quién todas las cosas fueron hechas, al mismo tiempo que el soporte y la amalgama de todo. Más o menos como el esqueleto es al cuerpo.
La lección que el Señor nos da en esta lectura la podemos aplicar a nuestro comportamiento personal, tanto como al de nuestros políticos y gobernantes. De modo personal nos insta a ser coherentes, humildes y serviciales.
Esto está más al alcance de personas sencillas y modestas, que no ejercen cargos públicos y que, por lo tanto, su integridad ética y moral no han sido carcomidas por la avaricia y las ansias de poder político, social y económico.
A través de este pasaje del evangelio somos testigos del impacto que el encuentro con Jesucristo tuvo en Sus discípulos. Y es que difícilmente alguien se puede abstraer a la atracción del Hijo de Dios. Bastan unas cuantas palabras unos cuantos gestos para caer rendidos.
Quien todavía no lo conoce puede caer en la tentación de creer que se trata de una historia simpática y hasta de un estilo literario o tal vez, de un detalle sin importancia. Y sin embargo no es nada de eso. Jesucristo impactó a los discípulos, como sigue haciendo a quienes tenemos la bendición de tener un encuentro con Él.