No podemos seguir haciendo lo que hacen todos, porque entonces seguramente no haremos lo que Dios nos manda. Casi nunca lo que todos hacen en lo correcto. O tal vez quede más claro si decimos, no porque todo el mundo lo hace lo que hacemos es correcto. Tenemos que aprender a pensar y discernir, viviendo de forma coherente nuestra fe.
Lo bueno, lo que vale la pena, por lo general cuesta esfuerzo. No se trata de complacernos en todo y hacer lo que nos provoca, cuando nos provoca y como nos provoca. Eso solamente merma nuestra capacidad de decisión y nuestra fuerza de voluntad, haciéndonos esclavos de nuestras pasiones. Todo buen padre sabe que no puede estar atendiendo el capricho de sus hijos y que debe enseñarles a disciplinarse, porque de otro modo no alcanzarán sus objetivos en la vida.
Difícilmente llegaremos a aquilatar algún día qué es lo que la Santísima Virgen María representa en la vida de todos los cristianos. No puede haber palabras de elogio suficientes y ninguna que se ajuste a la dimensión de lo que fue la Voluntad de Dios Padre.
Resulta ininteligible que haya entre algunos de nuestros hermanos separados y en algunas sectas un cierto encono irreverente a la Santísima Virgen María. Pretenden justificarse diciendo que no toleran que adoremos a la Virgen María, que solo a Dios se le debe adoración. Y nunca nosotros hemos dicho lo contrario.
El tema de los pobres está aceptado y teológicamente fundamentado. El tema de los pobres es cristológico. Si Cristo es el centro de nuestra fe, el cristiano no puede ser ajeno a la situación de los pobres. Hay que mirar a la historia para entender la fe.
Cristo es el Dios de la historia. La historia es la creación de Dios no terminada. Los pobres son las víctimas de la historia. Dice Ignacio de Loyola: la pobreza es la puerta de entrada a todos los Bienes y la riqueza a todos los males.
La raíz de todos los males es la pasión por el Dinero (1ra de Timoteo 6,10). Hay violencias mayores, seguramente, pero esta es la puerta de todos los males. Vanidad, soberbia, orgullo entrar por ahí.
¿Por qué tenemos que padecer? Es una pregunta que todos nos hacemos y que no importa cuántas veces las formulemos, nunca acabaremos de entenderla. Y es que en realidad, lo que quisiéramos es que de tanto pensarla borrara de nuestras vidas el sufrimiento, el tener que padecer.
¿Cuál es el problema de la Nueva Era o New Age? Tiene todos los ingredientes para ser atractiva, empaquetados en un nuevo envase. Es verdad que sus promotores ya no son tan jóvenes, pero ciertamente siguen teniendo influencia.
No pocos católicos “modernos”, atraídos precisamente por la novedad caen redondos en este movimiento. No siendo una religión, ni una filosofía en realidad es heredera del gnosticismo, que se opone a la filosofía y fe cristiana. Se pretende que el perfeccionamiento puede alcanzarse por un conocimiento que hay que encontrar y al que pocos tienen acceso.
Esta es la hermosa historia de conversión de Fray Nelson O.P. que tenemos el agrado de compartir hoy. ¡Qué mejor homenaje a la Virgen Inmaculada en su día! Fue ella la que fue llevando poco a poco a Fray Nelson, como ha hecho con muchos de nosotros, a los pies de su dijo, nuestro Señor Jesucristo.
Los científicos, los matemáticos, los físicos, en fin, todos aquellos que de cualquier modo y por cualquier motivo creen que la ciencia se opone a la fe, debían escucharlo. No antepongas un NO mecánico. Esta puede ser la oportunidad de tu vida. Dedícale un tiempo. ¿No sería importante haber empleado por lo menos un par de horas para este discernimiento?
Sin duda estamos viviendo tiempos de relativismo y con ellos, de confusión. ¿Qué puede haber más confusos que denominar de dos o más modos a un mismo objeto o concepto? Si cuando quiero referirme al sol para algunos debo decir luna o viceversa, no hago más que sembrar confusión.
Así, con la relativización ha nacido la New Age, que no es otra cosa que la revalorización de antiguos conceptos, empaquetados de un nuevo modo y en gran variedad de matices, según la demanda. Como vivimos en una sociedad de consumo, en la que todos los días cambia la moda y se renuevan los productos, queremos que lo mismo ocurra con los principios y los conceptos.