Texto del evangelio Mt 6,7-15 – hágase tu Voluntad
6. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
7. Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.
8. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
9. «Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
10. venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
11. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;
12. y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
13. y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
14. «Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
15. pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.
Reflexión: Mt 6,7-15
El Señor, mejor que nadie, sabe muy bien lo que nos conviene. Por eso nos enseña en este pasaje: primero, a orar y segundo, cómo debemos orar. Dos asuntos de vital importancia para nuestras vidas. El primero, el solo hecho de orar es de una trascendencia vital. Significa reconocer que no podemos ni somos nada sin Él. Lo necesitamos para vivir cada día, como necesitamos del aire, de la luz, del sol, del alimento y del descanso. Eso quiere decir: vital. No es algo de lo que podamos prescindir. Si lo hacemos, como las plantas, sin agua, ni luz, ni tierra, empezamos a languidecer, a marchitarnos, hasta morir. Qué importante es que captemos esta idea a cabalidad, porque si algo está ocurriendo con la humanidad es precisamente que pretendemos que podemos vivir sin Dios, lo que viene acarreando las graves consecuencias que todos padecemos y conocemos. Una sociedad sin Dios, está destinada al sin sentido, al fracaso y a la muerte. Hemos dicho que Dios nos ha creado Libres y es Verdad. Podemos, entonces escoger entre Dios y todo el resto, que no es Dios y que el Señor llama el Dinero, porque bien examinado, como lo ha hecho Él, nos conduce a este y a lo que este representa, que no es otra cosa que la idolatría, es decir, poner nuestra confianza y fe en otra cosa que no sea Dios. Y es que, quien no cree en Dios es porque, en realidad, ha puesto su confianza en otra cosa, que para él es primero y usualmente es la acumulación de riqueza, es decir, la acumulación y acaparamiento de todo aquello necesario para vivir, pero en cantidades exageradas y sin importar que ello signifique, como en muchos casos sucede, restar a otros lo que ellos necesitan para vivir. Esto se traduce en apetitos desordenados, que finalmente conducen a la perdición y a la muerte. Que no alcancemos a entenderlo o no queramos entenderlo, no cambia el resultado del que el Señor nos advierte. Por eso, siendo Libres, nos conviene escoger lo que Jesús nos manda, es decir, amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos…venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Seguir leyendo Mateo 6,7-15 – hágase tu Voluntad
(4749) vistas