Crean por las obras
…aunque a mí no me crean, crean por las obras, y así sabrán y conocerán que el Padre está en mí y yo en el Padre.

Reflexión: Juan 10,31-42
Para el necio, siempre habrá motivos para no creer. Y es que somos testarudos. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Muchas veces nos obstinamos en no dar nuestro brazo a torcer, por más contundentes que sean la pruebas. Algunas veces es por simple orgullo y soberbia. Como quiera que ya defendimos una postura opuesta, por quedar bien, preferimos sostener nuestra misma posición, aunque sea disparatada, con tal de no reconocer nuestro error.
No cabe duda que para creer hay que conocer. Por eso es tan importante la evangelización, porque nadie va a creer en Jesús, así porque sí. Mucho menos cuando confesarlo exige coherencia y valor, puesto que no basta decir que creemos, sino vivir en consecuencia, es decir, de modo coherente. De allí la obligación de evangelizar, es decir, de darlo a conocer. No se trata de algo loable, sino de un DEBER.
Nuevamente debemos apreciar que para el Señor no hay mentira ni engaño que valga. Para Él somos completamente transparentes, por más que queramos ocultar nuestras razones. Él todo lo sabe y todo lo ve. Por lo tanto son vanos nuestros esfuerzos por engañarlo. De nada sirve fingir que no entendemos, que no comprendemos o que no sabemos.
A algunos no nos gusta tener que hacer algo y menos en lo que concierne a Dios y la fe. Es como que nos revelara el solo hecho de TENER que hacer algo. Queremos que se nos invite voluntariamente y se nos deje decidir. Posiblemente ello sea correcto en determinadas decisiones, pero no con respecto a nuestra Salvación, porque para alcanzarla hay una sola respuesta posible: el amor.
Seguir leyendo Juan 10,31-42 – crean por las obras
(1533) vistas