La salvación solo viene de nuestro Señor Jesucristo. No es el resultado denuestro esfuerzo, sino Gracia que debemos pedir y que Dios concede a quienes la buscan humildemente y se esfuerzan por encontrarla.
Como toda Gracia, exige compromiso y desprendimiento de nuestra parte, para compartir solidariamente aquello que tenemos con nuestros hermanos.
Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Texto del evangelio Lc 19,1-10 – buscar y a salvar lo que estaba perdido
01. Jesús entró en Jericó y atravesaba la cuidad. 02. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. 03. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. 04. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí, 05. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». 06. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. 07. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». 08. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». 09. Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, 10. porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Reflexión: Lc 19,1-10
Lucas 19,1-10 buscar y a salvar lo que estaba perdido
El Evangelio siempre será una Buena Noticia. Eso es lo que el Señor ha venido a traernos. Pero, particularmente hoy, debe alegrarnos a todos, porque el anuncio va dirigido especialmente a los que estábamos perdidos. El Señor nos dice que para eso ha venido.
Es alentador, esperanzador saber que para el Señor todos podemos salvarnos, TODOS. Incluso algunos de nosotros, que a veces pensamos que no tenemos remedio. ¡Animo! ¡El Señor ha venido a salvarnos a nosotros!
Cuando nadie cree en nosotros, cuando todo el mundo nos condena, el Señor solo tiene palabras de cariño y esperanza. Mientras todos se alejan y prefieren mantenerse a distancia, el viene expresamente a buscarnos para quedarse con nosotros. ¡Qué distinción!
Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.