Tuvieron miedo
…ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. Pero él les dijo: «Soy yo. No teman.»

Reflexión: Juan 6,16-21
Dios es inabarcable para nosotros. Es materialmente imposible que lleguemos a contener a Dios en toda su amplitud y grandeza. Es lógico. Es como tratar de meter el océano en una vasija, por más grande que esta sea. Podemos aproximarnos con la imaginación o con la intuición, pero nunca, en ningún aspecto lograremos abarcarlo por completo. Esto es así. No puede haber discusión a este respecto. ¡Dios es Infinito! Sin importar el aspecto o atributo que escojamos para medirlo. Y esta grandeza, al constatar nuestra pequeñez, da miedo.
Por eso, aun cuando muchas veces pedimos su compañía, pedimos verlo o como nos gusta hacer, pedimos que nos lleve en un viaje sideral intergaláctico y atemporal, no lo conseguiremos, no nos lo concederá. Desde luego se trata de algo irracional; de una licencia que nos tomamos sabiendo en el fondo que no lo hará. ¿Imaginemos por un momento que Dios nos prestara atención e hiciera lo que le pedimos? Estamos seguros que no lo soportaríamos. No estamos preparados. Claro que para Dios no hay nada imposible y Él vería de resolver cualquier incompatibilidad, sin embargo, es obvio que el Señor no se está ocupando de estas excentricidades.
Hay otras prioridades que atender. Además, no se trata de hacer nuestros caprichos y responder a las absurdas pruebas que podríamos estar tentados a imponerle. Dios está a nuestro servicio porque Él así lo ha querido, pero no del modo en que algunos imaginamos. No se trata de un Genio al que controlamos con el chasquido de nuestros dedos. Él es el Autor del Universo y todo corresponde a un Plan cuidadosamente trazado, al que debemos ajustarnos, si queremos. Si, pues, así le ha parecido bien a Dios. Nos ha creado por amor con el propósito que seamos felices y vivamos eternamente, pero alcanzarlo depende de nuestra voluntad.
Seguir leyendo Juan 6,16-21 – tuvieron miedo
(1582) vistas