El Señor continúa con la misma idea, ayudándonos a discernir y aplicar la fidelidad en todo momento y ocasión. En la vida corriente para lograr un propósito muchas veces tenemos que actuar con astucia y tino. No podemos enfrentarnos con todo el mundo y salir airosos. Por eso hay que saber distinguir.
El que no está contra nosotros, por lo menos en la situación concreta que enfrentamos, está con nosotros. Debemos distinguir estas situaciones y procurar alianzas. Hacer pactos de no agresión, con quienes procuran y sostienen lo mismo que nosotros. Esto es sensato.
Dos ideas nos parecen fundamentales en este evangelio, sobre las cuales hemos de reflexionar. La primera es el recuerdo que el Señor hace a sus discípulos de quién es Él. Es importante que lo tengamos presente y tomemos en su verdadera magnitud.
Cristo es el Hijo de Dios, enviado por el Padre para salvarnos. Él es nuestro Salvador. No hay otro. ¡No tengamos dudas! Siendo quien es, se pone a servirnos, a lavarnos los pies. Cuando lo hace con ellos, sus discípulos, lo hace con nosotros, con sus escogidos.
Nosotros, los que le seguimos, hemos sido escogidos por Él, y Él sabe muy bien a quienes ha escogido. Sabe perfectamente nuestros temores, cualidades y defectos. Sabe lo que pensamos, anhelamos y queremos. Cuenta con nuestra naturaleza humana contingente.
Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No puede servir a Dios y al Dinero ».
Texto del evangelio Lc 16,9-15 – No puede servir a Dios y al Dinero
09. Pero yo les digo: Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. 10. El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. 11. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? 12. Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? 13. Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No puede servir a Dios y al Dinero ». 14. Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. 15. Él les dijo: «Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres, resulta despreciable para Dios.
Reflexión: Lc 16,9-15
Lucas 16,9-15 No puede servir a Dios y al Dinero
En estas pocas líneas el Señor expone el verdadero drama que agobia al hombre toda su existencia, desde que estamos en este mundo y hasta el fin de nuestros días. El asunto es mucho más simple y sencillo de lo que parece.
Somos nosotros los que, para tratar de justificarnos y seguir haciendo lo que nos gusta o interesa, lo rodeamos de una barrera inexpugnable. De este modo justificamos nuestros “errores”, dado que resulta tan difícil desentrañar la Verdad.
Podemos engañarnos a nosotros, pero no a Dios. Por eso Jesús revela ante nuestros ojos lo que pasa en realidad. Y sus palabras son inmediatamente entendidas por los simples y sencillos. Porque ellos no tienen nada que proteger, nada que ocultar, nada que perder.
Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No puede servir a Dios y al Dinero ».