El Señor es justo, compasivo y misericordioso. Esta dispuesto a darnos una nueva oportunidad. Él nos espera, por si damos fruto. Esa es nuestra misión. No podemos seguir holgazaneando. Como toda planta, estamos llamados a fructificar. Cuando y cuanto depende de cada planta. Hemos de esforzarnos según nuestras propiedades y circunstancias históricas.
El Señor espera pacientemente aquello que hemos prometido, y de lo que de acuerdo a nuestras cualidades somos capaces. No agotemos la paciencia del Señor. El siempre estará dispuestos a darnos otra oportunidad, aprovechémosla.
Cada desierto, cada dificultad, cada contratiempo debemos tomarlo como una oportunidad para rectificar. No importa cuán difícil parezca. Perseveremos. Redoblemos nuestro esfuerzo que si da fruto ganaremos la vida eterna.
¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.
Texto del evangelio Lc 13,1-9– todos acabarán de la misma manera
01. En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. 02. El respondió: «¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? 03. Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. 04. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? 05. Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera». 06. Les dijo también esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. 07. Dijo entonces al viñador: «Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y nos encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?». 08. Pero él respondió: «Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. 09. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás»».
Reflexión: Lc 13,1-9
Lucas 13,1-9 todos acabarán de la misma manera
El Señor aquí nos está dando respuesta a aquella interrogante que algunos nos hacemos respecto a las cosas que les suceden a algunos e incluso a nosotros mismos. Probablemente más en aquel entonces que ahora, solíamos buscar una razón para tal desgracia y la encontrábamos en algo que habíamos hecho.
En pocas palabras, lo que le pasaba a tal o cual persona, e incluso a nosotros mismos, se debía a algo que habíamos hecho. Es decir, un castigo o en el mejor de los casos una recompensa. Incluso algunos buscaban encontrar la culpa en algo que hicieron o dejaron de hacer los antepasados.
Esta es una visión nada evangélica a la que el Señor pone fin. Es cuestión de reflexionar y meditar lo que nos está diciendo, que es un mensaje lleno de luz y esperanza. La visión y el pensamiento de Jesús, el cual tenemos que adoptar, es muy distinto al nuestro.
¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.