En el Evangelio de Marcos 13,33-37 el Señor nos pide: estén vigilantes, porque no sabemos en qué momento llegará Aquél que nos dio la vida para cumplir la misión que solo nosotros podemos cumplir. A cada uno de nosotros se nos ha encomendado una tarea en esta vida, la cual demanda nuestra entrega y total atención. Escomo si estuviésemos cuidando la única llama encendida en el Universo.
Hay un solo Camino por el que todos debemos transitar, un solo destino al que debemos dirigirnos: la salvación y la vida eterna. Oren en todo tiempo para alcanzarlo. En el Evangelio de Lucas 21,34-36 el Señor enfatiza lo importante que es para nuestra felicidad, para alcanzar el propósito para el cual fuimos creados, el estar sintonizados todo el tiempo con este fin. No debemos distraernos.