resucitar de entre los muertos
“Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.”
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor | 04 de Abril del 2021 | Por Miguel Damiani
Lecturas de la Fecha:
- Hechos de los Apóstoles 10,34a.37-43
- Salmo 117,1-2.16ab-17.22-23
- Colosenses 3,1-4
- Juan 20,1-9
Reflexión sobre las lecturas
resucitar de entre los muertos
Habiendo estado tan cerca al Señor, día a día y habiendo el proclamado en tantas ocasiones lo que habría de ocurrir, como consta a lo largo de las Escrituras, aun sus discípulos más cercanos, como son Pedro y Juan, no habían entendido la Escritura que anunciaba que esto habría de ocurrir.
En principio nos sorprende, que no esperaran que esto sucediera, a pesar de cuantas veces se los había anunciado. Pero inmediatamente lo reflexionamos y comprendemos que estamos ante un prodigio único y sorprendente jamás ocurrido en la historia, ni antes, ni después.
Este es el Milagro, con M mayúscula y en singular, que confirma nuestra fe, porque tal como dice San Pablo, vana sería nuestra fe si no hubiera resucitado. Estamos, por lo tanto, frente al acontecimiento central y fundante de nuestra fe.

La fe es Gracia
Se trata de un divisor de aguas. ¿Creemos o no creemos? No hay más alternativa. Es verdad que podemos pasarnos la vida teniendo de primera fuente esta información, como Juan y Pedro y sin embargo no viéndola o no creyendo realmente en ella.
En este tiempo que algunos, dentro de la misma Iglesia, pretenden reescribir los evangelios e incluso ponerlos en duda basados en argumentos seudo históricos y cientifistas, es preciso pedir de rodillas a Dios la Gracia de la Fe.
Porque, contrariamente a lo que algunos piensan, entre ellos los “cristianos de la nueva era”, la fe no es el resultado del esfuerzo humano. No depende de nuestra capacidad intelectual, ni de los estudios que hayamos realizado, ni de nuestros esfuerzos. Es Gracia que Dios concede a quien con humildad se la pide.
Importancia de la Resurrección de Cristo
Fueron Juan y Pedro los que llegaron al Santo Sepulcro y constataron que Jesucristo había resucitado, tal como se los había anunciado. Así nos lo han transmitido desde hace poco más de 2 mil años. Es por su testimonio, fundado en la Fe que hemos recibido, que creemos.
Es esta fe en las promesas cumplidas de Jesucristo, la que nos hace cristianos y compromete todas nuestras vidas en la construcción del Reino, centro y eje principal. Si Jesucristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe.
Es a partir de este acontecimiento y a traídos por el mismo, que podemos profundizar en la vida, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. ¿Qué nos habilita sobrenaturalmente a profundizar en este Camino? El Espíritu Santo recibido en el Bautismo.
Necesidad de los Sacramentos
¡Qué importante es participar en la Vida Sacramental de la Iglesia! Es incorporándonos a ella por el Bautismo que empezamos este periplo que habrá de durar toda nuestra vida, pasando luego por la Reconciliación, la Comunión, la Confirmación, la elección de Estado y la Unción de los enfermos.
Así, los Sacramentos nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, confortándonos, alimentando y fortaleciendo nuestra fe. Cada uno a su tiempo cumple un papel importante, ayudándonos a guardar tesoros en el cielo, siendo el principal la Eucaristía.
¿Por qué la Eucaristía? Porque es así como el Señor ha querido quedarse entre nosotros, como verdadera comida y bebida, sin la cual no tendremos parte en Él, ni alcanzaremos la Vida Eterna a la que todos hemos sido llamados.
No al cierre de los templos
Fijémonos si habrá de tener importancia nuestra participación en la Misa y, por lo tanto, cuan gravoso resulta que aprovechando de esta Pandemia, los enemigos de la Iglesia hayan prohibido al pueblo de Dios la asistencia a los templos, cuando allí encontramos la fuente de la Salvación y la Vida Eterna.
De allí que no tengamos por qué seguir aceptando pasivamente la imposición del confinamiento y especialmente la prohibición de nuestra participación en la Celebración Eucarística real, no virtual, porque nadie puede alimentarse virtualmente.
Las autoridades se han ensañado especialmente contra el pueblo católico y las celebraciones de nuestra fe, prohibiéndonos salir y asistir a nuestros templos especialmente en las fiestas más importantes, como la Semana Santa y la Navidad.
Oración:
Pidamos en este día en que celebramos la Pascua de la Resurrección de Jesucristo, que el Señor desbarate los planes de quienes quieren someternos apartándonos unos de otros, sembrando discordia y alejándonos del único que puede derrotar esta Pandemia y acabar con todos los planes del maligno, liberándonos para siempre. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.
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