el que no recoge conmigo desparrama
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: «Volveré a la casa de donde salí.»
Viernes de la 27ma semana del T. Ordinario| 08 de Octubre del 2021 | Por Miguel Damiani
Lecturas de la Fecha:
- Joel 1,13-15;2,1-2
- Salmo 9,2-3.6.16.8-9
- Lucas 11,15-26
Reflexión sobre las lecturas
el que no recoge conmigo desparrama
El Señor es suficientemente claro con nosotros, para que no tengamos dudas de la posición cristiana en general. La Verdad es una sola es única. Por lo tanto, no caben dudas ni medias tintas. O estamos con Él o estamos contra Él. Esa es una regla general.
Y esto debemos tenerlo en cuenta mucho más en estos tiempos en que predomina y se pretende imponer el relativismo. Decir que todo da lo mismo y que debemos ser tolerantes, como si diera lo mismo verdad y mentira. Y algunos pretenden zanjar una discusión concluyendo en que cada quien tiene derecho a tener “su verdad”.
Con mucha naturalidad se pregunta ¿cuál es tu verdad? O, queremos escuchar tú verdad. Como si la verdad pudiera variar según el sujeto o el punto de vista década quien. Esto, qué duda cabe, es obra del Demonio, que busca dividirnos y, sobre todo, atraernos en contra de Dios.
No podemos vivir en la mentira
Si no oramos, si no leemos la Palara del Señor, si no dejamos que entre en nuestras vidas y la ilumine con su luz, muy pronto caeremos en la tentación del relativismo. El gran mal que nos aqueja tiene su origen precisamente en pretender conciliar posiciones irreconciliables.
Algunos erradamente piensan o creen que esto es amor. Que esta es la forma de convivir civilizadamente. Puede parecerlo temporalmente, pero más temprano que tarde saltan las diferencias y el agua busca su cauce. No se prende una luz para ocultarla. La verdad se impone por lo irrefutable de sus argumentos.
El problema surge cuando gran parte de los hombres decide, por comodidad o conveniencia, vivir en la mentira, como si esta fuera verdad o negando la verdad. Se arma un ekeko, un monstruo que finalmente cae por su propio peso. Porque el hombre busca la verdad.
Tiene que haber coherencia en nuestras vidas
No se puede vivir todo el tiempo en el engaño y la mentira. Esta nos destruye. Por eso nos dice el Señor que el que no está conmigo está contra mí. Examinemos y rechacemos esas posiciones ambiguas que muchas veces sostenemos.
Por ejemplo, no puedes decir que eres católico si vas a Misa cuando te da la gana y encima comulgas, sin confesarte. Eso resulta una gran hipocresía. Una gran mentira. Si así dices que estás con Dios, te engañas, porque el que no recoge conmigo, desparrama.
Lo mismo podemos decir de ese presidente de una de las naciones más poderosas que dice ser católico y sin embargo apoya el aborto. Y, qué triste que hayan destacados prelados que no condenen esta posición. Evidentemente, el que no recoge conmigo, desparrama.
Tenemos que recoger con Jesucristo y no desparramar
No nos dejemos engañar por el demonio. El Señor nos da la medida precisa para saber quiénes están con Él y quienes están contra Él. No podemos estar con Dios y con el Diablo. Sin embargo, se ve con mucha frecuencia a dictadores totalitarios y corruptos declararse católicos.
Tenemos obispos homosexuales y pederastas, convictos y confesos. Y, sin embargo, en vez de manifestar con firmeza nuestra posición cristiana a este respecto, surgen obispos que quieren bendecir las uniones homosexuales. El que no recoge conmigo desparrama.
Hay sectores en la Iglesia que han adoptado la Teología de la Liberación, fundada en la Ideología Marxista, haciendo caso omiso a la condena que varios Papas han hecho del comunismo, como una Ideología intrínsecamente perversa. ¿Cómo pueden llamarse católicos, si están en contra del Evangelio?
No podemos aceptar el relativismo
Otros apoyan el globalismo. Están a favor de una renta única universal, de la desarticulación de las naciones para instaurar un Nuevo Orden Mundial, sin fronteras y con una sola religión. ¿Es esto ecumenismo? ¿Cuál es el costo de este “logro” para la fe católica?
¿Será que ahora vamos a terminar por borrar los últimos versículos del Evangelio de Mateo? ¿Será que el Señor se equivocó? ¿O, tal vez no pudo anticiparse a los avances de nuestro tiempo? Si es Dios, ¿no debía saberlo? ¿En qué quedamos?:
Vayan pues y hagan mis discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Mateo 28,19-20
Si no estamos con el Señor, estamos en contra
Parece que ahora muchos no estamos preocupados por estar con Él. ¿Y, si no estamos con Él, no estaremos en Su contra, tal como nos lo advierte? O, ¿será que esta advertencia ya no es aplicable a nuestros tiempos? El que no recoge conmigo, desparrama
Estas palabras son dichas para los tibios. Y, tibios somos la mayoría de católicos. Nos hemos dejado ganar por el pensamiento único y envenenar por las ideologías progresistas. De modo nuestro cristianismo se reduce a un imperceptible barniz externo.
Tenemos temor a expresar nuestra fe en público, por no herir susceptibilidades. Así, nos hemos dejado intimidar tanto, que difícilmente alguien puede notar alguna evidencia de nuestra fe en nuestro proceder cotidiano. Y, cuando la sal pierde su sabor, no sirve para nada.
Oración:
Padre Santo, te pedimos que nos des el coraje de manifestar con firmeza nuestra fe, aun a costa de caer antipáticos. Que sepamos valorar la Palabra que hemos recibido de Ti y la transmitamos a nuestros hermanos con respeto y seriedad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.
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