estaba muerto

Lucas 15, 1-3.11-32 – estaba muerto

estaba muerto

«…traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.»

Domingo de 4to de Cuaresma – Ciclo C | 27 de Marzo de 2022 | Por Miguel Damiani

Lecturas de la Fecha:

Reflexión sobre las lecturas

estaba muerto

En esta parábola, Jesucristo nos da a conocer el amor que nos tiene nuestro Padre Creador. Él no quiere que ni uno se pierda. Prioriza a los alejados, a los perdidos, precisamente porque ellos son los que corren más peligro. Médico necesitan los enfermos.

Como el mejor Padre, le conmueven los que están alejados, sufriendo por no contar con el apoyo de su Padre. Y es que, por soberbia, por frivolidad y atraídos por las seducciones del demonio, nos fuimos de casa pensando que estaríamos mejor.

No supimos valorar lo que teníamos, hasta que nos extraviamos. Luego por vergüenza y soberbia, nos resistimos a aceptar nuestra derrota. Nos perdimos de tal modo que se podría decir que estábamos muertos. Luego de cerrar tantas puertas, parecía imposible volver.

estaba muerto

Estaba muerto en vida

Sin embargo, solo era necesario atreverse a reconocer que por testarudos habíamos fracasado. Tragarnos nuestro amor propio y volver arrepentidos al Padre. Es tan solo un pequeño paso. Es preciso cruzar el abismo de la soberbia.

El Señor prefiere a los osados, a los que se atreven. Solo ellos se equivocan. No es que el Señor promueva el error y mucho menos el pecado. Pero tiene uno que atreverse y comprometerse, aun a costa de equivocarse. A nadie le gusta el fracaso y habría que ser masoquista para producirlo a propósito.

No se trata de ser irreflexivo, pero tampoco de ser tan temeroso y precavido que no nos comprometamos con nada, ni con nadie. El Reino de Dios es como una semilla que va creciendo a medida que pasa el tiempo. Estamos llamados a ser forjadores, protagonistas y difusores.

Vale la pena conocer la Buena Nueva

Esta es una Buena Noticia que no podemos guardarla para nosotros. Es nuestro deber difundirla, sobre todo entre los alejados. Hemos de ver la forma de acercarnos a aquellos que decidieron marcharse pensando que encontrarían la felicidad en el dinero, en los placeres, en el poder.

Toda esta frivolidad un día se acaba y el que se deja obnubilar por ellas, de pronto se descubre desnudo, solo, vacío. Solo la Palabra de Dios puede hacerle caer en cuenta que estaba muerto, cuando se creía vivo. Cuando ostentaba, cuando se vanagloriaba de sus logros, en realidad estaba muerto.

Solo si se le predica entonces la Palabra de Dios, podemos lograr que reviva para la vida eterna. Es estos tiempos de ideologías nefastas que con la pretensión de ofrecer vida y felicidad a quienes las abrazan solo traen desdicha y muerte, es preciso amar como Dios nos ama, especialmente a quienes se resisten.

Hemos de ir a buscarlos. Esa es la Voluntad de nuestro Padre. Que todos se salven. La nuestra no puede ser otra. Pidámosle que nos enseñe el camino. Que nos de audacia, empatía, valor, perseverancia, simpatía, coherencia, tino y amor para conquistarlos.

Oración:

Padre Santo, danos paciencia, comprensión y amor para atraer a nuestros hermanos que se han apartado de la fe, cegados por la soberbia o por sus pasiones. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

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