la verdad completa

Juan 16,12-15 – la verdad completa

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«Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y les anunciará lo que ha de venir.»

Miércoles de la 6ta semana de Pascua| 25 de mayo del 2022 | Por Miguel Damiani

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Reflexión sobre las lecturas

la verdad completa

Todos los seres humanos, como hijos de Dios, que somos, llevamos en nuestro interior Su impronta, la misma que nos hace sentirlo, intuirlo, anhelarlo. Esto es lo que San Pablo les hace notar a los atenienses al referirse a la imagen del “dios desconocido”.

Ciertamente esas ansias de Dios, de conocerle, de abarcarle, han llevado a los hombres de todos los tiempos y latitudes a imaginarlo. Y en no pocas oportunidades a elaborar figuras imaginarias de su presencia. Tal es el caso del pueblo al que se dirige San Pablo.

Dios es la verdad completa. Por eso dirá Santa Teresa que quien tiene a Dios, nada le falta. Hemos sido creados por Dios y para Dios. San Agustín dirá: Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.

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Encontrar la verdad completa

El hombre tiene sed de Dios. Eso es algo que el Demonio, valiéndose de toda clase de ideologías perniciosas, trata de ocultar. El Demonio nos alcanza sucedáneos, paliativos engañosos que aparentan la respuesta a este anhelo, pero que en realidad no lo son.

El propósito del Príncipe de este mundo es engañarnos, hacernos creer que podemos prescindir de Dios. Esta es la lucha constante en la que se encuentra empeñado, en contra de nuestra propia naturaleza. Nunca posiblemente ha sido más evidente lo que decimos.

El Demonio, a través de todos sus servidores, ciegos, egoístas, materialistas, orgullosos y soberbios, pretenden que no hay más verdad que la que ellos han alcanzado, que la que ellos poseen. Una verdad que tiene sus confines en esta vida, en este mundo finito.

Verdad y relativismo

El mentiroso, que es quien en realidad gobierna este mundo, nos ha hecho creer que él no existe. Este ha sido su primer logro. Luego, su obra maestra, nos ha hecho creer que tampoco existe Dios. Que no lo necesitamos, ni para explicarnos, ni para orientarnos. Nos bastamos solos.

Esta es precisamente la cultura dominante. Nos hemos vuelto antropocéntricos. Hemos hecho de nosotros el centro. Encima, creemos bastarnos a nosotros mismos. En un extremo, llegamos a creer que son nuestros pensamientos los que gobierna el mundo.

Todo depende de nuestras sensaciones y percepciones. Hemos construido un dios a nuestra imagen y semejanza, que todo lo que quiere es que seamos felices aquí y ahora. De allí que, cegados por estas ideas, nos hacemos incapaces de enfrentar la realidad objetiva y concreta.

Nada importa hasta que no nos afecta

Hemos sido arrollados por el relativismo, en el que no existe la verdad, sino que cada quien posee su propia verdad y explicación para todo. Atomizados, nos refugiamos en nuestra propia utopía. Nos fabricamos un dios permisivo, que solo quiere nuestra felicidad, que nos perdona y tolera todo.

Empujados por el mentiroso hemos llegado a creer que cada quien tiene su propia relación íntima y privada con ese dios nuestro, que es distinto al de los demás. De algún modo cada quien tiene su propio dios o la porción de este que se ajusta a cada quien como anillo al dedo.

Esta ideología nos aleja de la familia y aun de la propia pareja, haciéndonos frágiles y vulnerables, porque en realidad solo interesa lo que nos toca y afecta directamente. Vivimos cada uno enclaustrados en nuestra propia burbuja.

Ideologías engañosas

El progresismo, una de las tantas manifestaciones demoníacas, ha envenenado nuestras almas, condenándonos a vivir en el ostracismo. Abolida la ley de Dios, se pretende abolir la ley natural, llevándonos a la imposición de teorías irracionales, como la Ideología de Género, el aborto, la eutanasia o la liberación de las drogas.

Abandonado el sentido común y la racionalidad, cualquier cosa es posible. Así hemos visto los dos últimos años como se han impuesto medidas totalmente irracionales y contrarias a la normatividad práctica alcanzada en el ámbito de la salubridad, para combatir una supuesta pandemia.

El estado cultural, ideológico y espiritual en que se encuentra sumida gran parte de la humanidad, la ha vuelto más vulnerable a la manipulación totalitaria. Enfrentados negros contra blancos, hombres contra mujeres, animalistas, ecologistas, budistas, mahometanos, cristianos, protestantes, ricos, pobres, serranos, corruptos, narcotraficantes, terroristas, comunistas, liberales, etc.

A dónde volver la mirada

Sin Dios, sin tener la posibilidad de asirnos al único que puede conducirnos al conocimiento de toda la verdad, hemos quedado desnudos, inermes. Somos como paja que sacude el viento, que arrastra y lleva sin miramiento alguno.

Así las cosas, debemos convencernos que no hay nada ni nadie en este mundo que nos permita retomar el Camino que frívola e irresponsablemente abandonamos. Hemos querido hacer nuestra propia vida lejos de nuestro Padre. Ese es el gran error que debemos enmendar primero.

Solo Jesucristo tiene Palabras de Vida Eterna. Él ha dado Su Vida por nosotros y nos ha dejado el Espíritu Santo para que nos lleve de la mano hasta la Verdad Completa. Esta es la única respuesta, la única salida, el único Camino a la libertad y la vida que busca nuestro corazón.

Oración

Padre amado, perdona nuestra soberbia, nuestra falta de humildad, nuestra dureza de corazón. Te pedimos que olvides toda aquella ofensa y pretensión de vivir prescindiendo de ti. Vuelve a extendernos Tu mano generosa y no nos sueltes hasta que lleguemos a nuestro destino, la Verdad completa. Te lo pedimos por Tú Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

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