vencedores de la bestia

Lucas 21,12-19 vencedores de la bestia

vencedores de la bestia

vencedores de la bestia: “métanse bien en la cabeza que no tiene que preparar su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ninguno de sus adversarios.”

Miércoles de la 34ta semana del T. Ordinario | 23 de noviembre del 2022 | Por Miguel Damiani

Lecturas de la Fecha:

Reflexión sobre las lecturas

vencedores de la bestia

Las lecturas de hoy nos dejan muy en claro que no será fácil. Que habrá dificultades. Que nos perseguirán y querrán matarnos, pero con perseverancia saldremos adelante con los vencedores de la bestia, porque el Señor nos dará oportunamente las palabras y sabiduría precisas.

¿A quién perseguirán? Pues a nosotros, los cristianos. ¿Por qué? Porque somos incómodos a todos aquellos que han hecho del poder, del dinero, del egoísmo y de la mentira sus recursos para sostenerse, sometiendo a los demás en este mundo. Esto es evidentemente obra del demonio.

Pero el maligno no tiene ningún poder sobre Jesucristo. Él ya lo ha vencido, por lo tanto, nosotros debemos resistir convencidos plenamente que saldremos victoriosos en este duelo. Todo lo que necesitamos es perseverar con firmeza en el Señor.

vencedores de la bestia

Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida

Es importante por eso discernir y elegir siempre hacer la Voluntad de Dios, en cada momento de nuestras vidas. ¿Cómo asegurarnos de ello? Recordando que Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Que por ningún motivo debemos mentir, ni atentar contra la vida de nuestros hermanos, mucho menos de los más pequeños e indefensos.

Nuestras banderas han de ser: la Verdad y la Vida. Nosotros, con ayuda de Dios y sus ángeles saldremos vencedores en esta batalla contra la bestia, que pretende avasallar a la humanidad entera tentada por la soberbia, la avaricia, la gula, la lujuria, la pereza, la ira y la envidia.

La bestia aprovecha de nuestras debilidades para tentarnos y luego, por no querer reconocer nuestra debilidad, por orgullo y necedad, caemos en el engaño y la mentira. En vez de corregirnos, nos hundimos y extraviamos más.

La bestia nos seduce y engaña

Esa es más o menos la historia de la mayoría de nuestros políticos y gobernantes, pero también la nuestra. Explícitamente, a través de un pacto, o sin darnos ni cuenta, por falta de escrúpulos, vamos cayendo en un abismo del que finalmente no podemos salir.

¿Quién nos conduce a este inframundo? El Demonio. Nos atrae con engaños y mentiras, con eufemismos, con medias verdades. Nos seduce. Nos confunde. Nos esclaviza y sin embargo nos hace consentir que somos libres. Drogadictos y alcohólicos son los más burdos ejemplos. Cuando queremos salir de estos vicios, resulta imposible. Tenemos abrochado un grillete CASI indestructible.

Hemos dicho CASI, porque con la ayuda de Dios todo es posible. Solo Él puede sacarnos de la fosa más profunda y asquerosa. No hay nada que pueda hacer la bestia que no pueda ser destruido y vencido por el amor de Dios y nuestra Madre Santísima, la Virgen María.

Con la Ayuda de Cristo venceremos a la bestia

Con su ayuda, sin importar cuán grande y profundo sea el abismo en que hemos caído, ni la mazmorra en la que nos encontramos saldremos vencedores de la bestia. Solo es preciso que nos convirtamos y perseveremos en el amor a Cristo Jesús, nuestro Salvador y Redentor.

Ni uno solo de nuestros cabellos perecerá si arrepintiéndonos por todo el mal y dolor causado a nuestros hermanos, familiares y amigos, pedimos al Espíritu Santo de Dios Su ayuda para enmendar el camino y salir de esta fosa putrefacta.

Si estás realmente arrepentido, busca al primer sacerdote y confiésale tus pecados. Él te oirá y si realmente estás arrepentido y tienes el firme propósito de enmendarte, en nombre del mismo Señor Jesucristo, te perdonará, dejando tu alma tan limpia y pura como cuando viniste a este mundo.

Pidamos al Señor la Gracia de perseverar

No será fácil, entonces, enfrentar a todos aquellos que ya estaban acostumbrados a tu proceder pecaminoso. Buscarán hacerte caer nuevamente. Pero con la ayuda de la Gracia de Dios, podrás hacerlo. Confía en Él. Persevera. Solo así serás contado entre los vencedores de la bestia.

El propósito de nuestra vida es mantener nuestra alma pura e inmaculada, para llegar un día, no muy lejano, a la plenitud de la Vida Eterna, en la que tendremos la visión beatífica de Dios y seremos felices por siempre. Pero el Demonio está dispuesto a impedirlo a toda costa.

Una palabra es clave: perseverar. No ceder por ningún motivo en este propósito. Solos, nos resultará imposible. Con la Gracia de Dios, será un paseo. Por eso debemos orar mucho, incansablemente, pidiendo al Señor esta Gracia. ¿Por qué le llamamos Gracia? Porque el Señor se la da gratis a quien humildemente se la pide. No hay nada que podamos dar a cambio por ella. Él la da. ¡Pidámosla!

Oración

Padre santo, te pedimos por nuestro Señor Jesucristo, que nos ayudes a perseverar en la vida cristiana, dando testimonio del amor de Cristo en cada una de nuestras acciones. Que no caigamos en tentación ni nos dejemos seducir por los engaños de la bestia. Que finalmente merezcamos alcanzar la Vida Eterna. Que no volvamos a caer en tentación. ¡Perdónanos! Verdaderamente arrepentidos volvemos los ojos a Ti, no nos desampares Padre Santo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos…Amén.

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