el que me ama
«El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.»
Lunes de la 5ª semana de Pascua| 08 de mayo del 2023 | Por Miguel Damiani
Lecturas de la Fecha:
- Hechos 14,5-18
- Salmo 113B,1-2.3-4.15-16
- Juan 14,21-26
Reflexión sobre las lecturas
el que me ama
Estamos frente a las promesas que os hace Cristo. Nuevamente se refiere claramente a la Trinidad. Son estos los versículos que debemos recordar cuando nos pregunten o nos preguntemos cuando habla el Señor de la Trinidad.
No es un invento arbitrario nuestros. El Señor nos lo menciona de modo muy especial en estos versículos. Primero haciéndonos ver cómo lo que hace es voluntad del Padre y cómo Él ama, al que le ama. La forma en que se refiere a uno y otro no deja duda en que uno y oro sienten igual, al extremo que podemos pensar que da lo mismo uno que otro.
No puedes amar a uno sin amar al otro. Al que me ama el Padre también le ama. Y no hay otra forma de mostrar amor que haciendo Su voluntad, la de Cristo, que no es otra que la del Padre. Es que uno está en el otro y lo que haces a uno se lo haces al otro.
Y el Espíritu Santo
Y para quien se pregunte qué tiene que ver todo esto con el Espíritu Santo, en estos mismos versículos nos menciona que nos lo enviará para que nos enseñe y vaya recordando todo. Es decir Él también se ocupa de lo mismo; quiere y vela por lo mismo.
Hay una comunidad de voluntades y esta es tan fuerte como si se tratara de la misma persona. Y así es. De allí que al que me ame, el Padre también le amará y que el Espíritu Santo debe venir para velar porque todo esto se cumpla.
En otro lado nos dirá que todo se podrá perdonar menos la blasfemia contra el Espíritu Santo, que no es otra cosa que el rechazo o la falta contra Dios mismo. Así, en el fondo, debemos entender que no hay atenuantes para una falta contra la majestad de Dios, que es Uno y Trino.
El que me ama guarda mi palabra
El amor se traduce en obras. No hay otra forma de amar a Dios que, guardando Sus Palabras, que si las dice el Hijo es lo mismo que si las dijera el Padre. De allí que no todo el mundo que diga Señor, Señor se salvará. ¡Hay que guardar Su Palabra!
Y este es un tema muy amplio también, porque no se trata de la interpretación de lo que nos dice. Porque cada quien tiende a interpretar como le viene en gana. Se trata de la Verdad. Es decir, lo que dice y no de lo que alguien interpreta que nos está diciendo.
De allí la importancia de la escucha, la reflexión y el discernimiento. Si con honestidad y aplicándonos íntegramente prestamos atención a Su Voluntad y la llevamos a la práctica, estaremos amándole y “al que me ame” Dios Padre le amará.
Oración:
Padre Santo, ayúdanos a entender que no se trata de ser “buenitos” o, peor aún, de no hacer nada malo, sino de amarte y esto solo se verifica cuando hacemos Tu Voluntad, que no es otra que la de Cristo Jesús. No se trata de poner sesgos, como las preferencias que algunos señalan, sino de hacer Tu Voluntad. Te pedimos que nos ayudes a discernirla, por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.
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