tú lo sabes todo
Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.
Viernes de la 7ma semana de Pascual | 03 de Junio del 2022 | Por Miguel Damiani
Lecturas de la Fecha:
- Hechos 25,13-21
- Salmo 10,4-7
- Juan 21,15-19
Reflexión sobre las lecturas
tú lo sabes todo
La confesión de Pedro es dramática y debe invitarnos a una profunda reflexión. «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Pedro ha sentido, como seguramente hemos de sentir nosotros alguna vez, que el conocimiento que tiene de nosotros el Señor es como una espada que penetra hasta el rincón más escondido de nuestro ser.
Nada hay que podamos mantener oculto de la vista de nuestro Señor. Él lo sabe todo. No hay nada que podamos esconder. El conoce todos nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestras frustraciones, nuestros esfuerzos, nuestras capacidades. En fin, todo.
Y aun así, nos escoge y nos pide que le sigamos. Con nuestros engaños, con nuestras debilidades, con los mil defectos que nos daría vergüenza reconocer ante los demás, Él nos elige y nos pide que le sigamos. ¿Cómo negarnos?
El Señor lo sabe todo y aun así cuenta con nosotros
Poco interesa lo que hayamos hecho. Él lo sabe y aun así nos llama. Aun así, nos sigue confiando su rebaño. Porque no es solo a Pedro que le confía a sus ovejas, sino que a través de él, nos las confía a todos nosotros. Nosotros, todos tenemos a nuestro cargo una parte de este rebaño.
Nuestro deber es apacentar sus ovejas, sus corderos. ¡Son suyos! ¡Todos somos suyos! Así nos ama. Y como nos ama a nosotros, que a pesar de todo nos sigue confiando a sus ovejas, así las ama también a todas y cada una de ellas.
El Señor es Misericordioso. No hay fosa tan honda desde cuyas profundidades no nos pueda sacar. Él sabe dónde estamos. Él sabe lo que hemos hecho y de lo que somos capaces. Sin embargo, no nos desalienta. No nos descalifica. Confía en nosotros, en nuestra capacidad de regenerarnos, de enderezarnos, de enfilarnos.
Nos llama Él, que lo sabe todo
Es realmente profundamente esperanzador este proceder, esta actitud. No nos condena; por el contrario, nos alienta. Con todas las objeciones que nosotros mismos podríamos ver en nuestras almas y corazones; con todo eso, Él nos llama y nos pide seguirlo.
¿Seguiremos lamentándonos por todo aquello que debimos hacer y no hicimos? ¿Seguiremos lamentándonos por haberle fallado? ¿Continuaremos maldiciéndonos por haberle traicionado? Él no se detiene en eso. ¿Te duele haberle fallado? ¿Le amas?
¿Puedes sentir su profundo amor? Pues es cierto. ¡Él te ama! ¡Tú sabes que de eso no hay duda! ¡Tú sabes que Él te ama! La pregunta es ¿Tú, le amas? Él no te está preguntando por tus pecados, por tus mentiras, por tus maldades, por tus acciones egoístas y cobardes. Él solo te pregunta si le amas.
Ármate de valor y síguelo
Si tu respuesta es positiva, cíñete los lomos con valor y ¡síguele! ¡Acudamos a apacentar sus ovejas! ¡Eso es lo que tenemos que hacer! Se lo está diciendo a Pedro, quien luego de haberlo seguido por todas partes durante por lo menos tres años y haber visto lo que vio, lo había negado tres veces.
Pues, también te lo dice a ti. Nos lo dice a todos nosotros. No demos más vueltas a todo aquello que nos remuerde la conciencia. Acudamos a la Confesión y sigámoslo. Recibamos al Señor en la Eucaristía y compartamos esta paz con quienes nos rodean, empezando por los más cercanos.
Él sabe perfectamente de qué pie cojeamos. No vamos a dorarle la píldora. Así, como somos, nos llama. No para que sigamos haciendo lo de siempre, sino porque sabe que si queremos somos capaces de regenerarnos, de hacernos el propósito de enderezarnos y seguirlo.
Oración:
Padre Santo, perdona todas nuestras ofensas, nuestros engaños y mentiras y ayúdanos a seguir el Camino de redención de nuestros pecados que nos muestra Jesucristo. Queremos ser contados entre Tús elegidos. Borra toda mancha de nuestras almas y danos el coraje de seguir a Jesús, sin mirar atrás. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.
(416) vistas