amarás al Señor

Marcos 12,28b-34 – amarás al Señor

amarás al Señor

«¿Qué mandamiento es el primero de todos?. Respondió Jesús: El primero, amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».

Viernes de la 3ª semana de Cuaresma | 17 marzo del 2023 | Por Miguel Damiani

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Reflexión sobre las lecturas

amarás al Señor

Cuando Jesús, Hijo de Dios, responde al escriba: amarás al Señor tu Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, está revelándonos de manera indubitable la Voluntad de Dios Padre. Lo único que Él quiere y espera de nosotros.

No hay nada más. Todas las grandes preguntas de la humanidad están respondidas en estas pocas y breves palabras. Toda pretensión de salirnos de estos cauces no es nada más que falta de atención, de comprensión, ignorancia o puro orgullo y soberbia.

Dios, en su Infinita Sabiduría y Perfección, siendo Él mismo amor, nos ha creado por amor y para el amor. Todo esto lo sabemos porque Jesucristo mismo nos lo revela en los Evangelios y porque ha sido impreso en nuestros corazones y en nuestra alma, como la impronta Divina.

amarás al Señor

La plenitud está en hacer la Voluntad de Dios

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, tal como está escrito en el Libro de Génesis y tal como Jesucristo nos dice, Él no ha venido a abolir, sino a dar cumplimiento, lo que sin reservas podemos tomarlo de sus propias palabras.

La felicidad es un concepto al que nos referimos con mucha frecuencia en tiempos actuales, que sin embargo hemos tergiversado y por lo tanto la buscamos en sucedáneos donde no se encuentra, ya sean actividades o personas que no puede darla.

La felicidad es la plenitud. Y la plenitud solo podremos alcanzarla cuando volvamos a encontrarnos y fundirnos con nuestro Dios Padre y Creador. Para eso fuimos creados. Pero solo lograremos alcanzarlo en la Vida Futura, si en esta vivimos conforme a la Voluntad de Dios.

El Demonio quiere engañarnos

Dios, siendo amor, no puede nada más que querer lo mejor para nosotros; nuestra felicidad y nuestra plenitud. El Señor nos ha dotado de todas las cualidades y características necesarias para alcanzar este propósito.

Si has llegado hasta aquí, te invito a seguir reflexionando en torno a la Palabra de Dios Padre y esforzándote por hace Su Voluntad, SIEMPRE. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.

Tenemos inteligencia, libertad y voluntad, que correctamente aplicadas serían suficientes para alcanzar la plenitud para la cual fuimos creados. Así hubiera sido de no ser por el Demonio que tentando a nuestros primeros padres, los hizo caer en desobediencia.

La soberbia y el egoísmo

La tentación irresistible fue la de ser como Dios. El Demonio, impulsado por la maldad, su rebeldía y su ira a Dios, desafiándolo, nos engañó, nos mintió, haciéndonos creer que podríamos prescindir de Él, que podríamos incluso superarlo.

Insensatos, Adán y Eva, cayeron en la trampa, que nos mereció ser expulsado del Paraíso Terrenal, destinados a ganar el pan con el sudor de nuestra frente y a sufrir dolores, enfermedades y muerte. Todo ello entró en nuestras vidas por el engaño y las mentiras de Satanás.

A pesar de ello, Dios Padre quiso darnos una nueva oportunidad, enviando a Su Único Hijo a Salvarnos. Él lo hizo, asumiendo sobre sí todas nuestras faltas y pecados, restaurando con Su propia vida la antigua alianza con Dios, nuestro Padre.

Amarás al Señor tu Dios, tu Padre

Por Cristo, que es el Camino, la Verdad y la Vida hemos sido redimidos. El Camino ahora está expedito para nuestro retorno a Dios. Todo lo que debemos hacer es Su Voluntad. Amarlo por sobre todo y amar al prójimo.

Dotados de inteligencia y voluntad, solo debemos elegir libremente hacer lo que Dios nos manda. Como no siempre es fácil perseverar en la obediencia, tenemos al Espíritu Santo para que nos guie, anime y dirija por el Camino.

¿Qué más podemos pedir? Dios Padre ha pensado en todo. No nos dejemos engañar nuevamente. Enfoquémonos en hacer la Voluntad de Dios. Basta que nos encaminemos para que el Espíritu Santo nos impulse a donde debemos ir.

Oremos muy intensamente al Señor para cumplir el mandato: amarás al Señor por sobre todas las cosas. Esto implica tener a Dios en el centro de nuestras vidas. En el origen y en el fin. ¡Qué así sea!

Oración:

Padre Santo, danos la fe, la perseverancia, la valentía y docilidad para dejarnos guiar por el Espíritu Santo en todos nuestros actos, de modo tal que cuando nos pille la muerte, cuando quiera que sea, nos pille haciendo tu Voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

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